El aislamiento acústico del Teatro Cucinelli de Solomeo fue en realidad una combinación de necesidades de diseño:
- conservación del edificio histórico
- encontrar un material que se adapte a las geometrías de la estructura
- mejorar el confort acústico reduciendo la reverberación del sonido
- respetar el espesor máximo admisible de aplicación del material
El desafío era, por tanto, encontrar una solución única para todas las especificidades del proyecto. La biomalta Diathonite Acoustix a base de corcho y cal hidráulica natural era la mejor manera de resolver los problemas estructurales relacionados con la mejora del confort en la vivienda.