Cada vez se habla más de respeto al medio ambiente y sostenibilidad, especialmente en uno de los sectores más contaminantes y emisivos, la construcción.
La arquitectura respetuosa con el ambiente, o bioarquitectura, término de reciente acuñación, adopta materiales aislantes que mantienen una temperatura interior estable, mejoran el microclima interior, se integran en el entorno y contribuyen al bienestar individual y colectivo. En este contexto de transformación, el enfoque del diseño se desplaza hacia una nueva centralidad de las necesidades de la naturaleza, promoviendo una simbiosis que no sólo protege el medio ambiente, sino que también mejora la calidad de vida y realza la idea misma de los espacios públicos.
La bioarquitectura, con su impacto positivo sobre la calidad de vida y la sostenibilidad energética, se caracteriza por ser una solución fundamental para un futuro en el que la coexistencia entre el hombre y el medio ambiente será una prioridad ineludible.
Qué se entiende por bioarquitectura
La bioarquitectura es una disciplina que pretende diseñar y construir edificios en armonía con el entorno, minimizando el impacto negativo sobre el ecosistema. Este enfoque se inspira en la naturaleza, tratando de imitar sus procesos y utilizando materiales sostenibles y energías renovables.
Vuelta a los orígenes
Durante siglos, la adaptación del hábitat a las condiciones ambientales ha estado impulsada por el instinto de supervivencia, con el uso de materiales naturales y cercanos para construir las poblaciones, aprovechando el eficaz aislamiento térmico de materiales como la madera, el corcho, las rocas y la arcilla.
Los problemas medioambientales han impulsado una reconsideración de las prácticas de construcción y diseño urbano, dando prioridad a los valores ecológicos. El futuro será testigo de una transformación de los paradigmas de desarrollo centrados en la calidad del espacio.
Por ello, se está consolidando un cambio de mentalidad que permite construir residencias bioarquitectónicas de bajo consumo, a menudo rompiendo con tabúes establecidos, mediante la explotación de materiales de las zonas cercanas, como el corcho y las rocas volcánicas.
Características de los proyectos bioarquitectónicos
Un elemento clave para la bioarquitectura es el uso de materiales respetuosos con el medio ambiente que se extraen, producen y eliminan de forma ecológica. Por ejemplo, el uso de madera procedente de bosques explotados de forma sostenible, el reciclaje de materiales de construcción y el empleo de aislantes naturales contribuyen a reducir el impacto ambiental de las construcciones.
Sin embargo, no basta con los materiales. Hay que utilizarlos con el objetivo de reducir el impacto energético. Por ejemplo, el corcho, un material natural y mediterráneo, se utilizaba como un poderoso aislante en las viviendas de la antigüedad. Hoy, gracias a empresas como Diasen, el corcho se utiliza en la construcción ecológica y respetuosa con el medio ambiente.
El corcho debe considerarse un material bioarquitectónico que hace que una vivienda sea más confortable y eficiente desde el punto de vista energético. Crear espacios habitables que requieran menos energía para su funcionamiento diario implica utilizar sistemas de calefacción y refrigeración eficientes desde el punto de vista energético, instalar ventanas de bajo consumo y orientar los edificios para aprovechar al máximo la luz natural.
La nueva mentalidad en las ciudades
Reconciliar al hombre y la naturaleza en un mundo cambiante es un reto complejo. A menudo, las ciudades no reflejan los fundamentos de compatibilidad ecológica y los edificios luchan por integrarse en su entorno. Los cambios medioambientales imponen, por tanto, una nueva perspectiva en el diseño de los espacios vitales, tanto urbanos como rurales.
De hecho, las tendencias actuales apuntan a un cambio de paradigma en el diseño, con un creciente nivel de conciencia ecológica. Los nuevos modelos de diseño bioarquitectónico contemplan la coexistencia con la naturaleza, dando lugar a edificios integrados en el ecosistema urbano.
El diseño bioclimático es un concepto clave de la bioarquitectura. Consiste en diseñar edificios de manera que aprovechen al máximo los recursos naturales del lugar, como el sol, el viento y la vegetación. Edificios que demuestran que es posible diseñar edificios verdes y en simbiosis tanto con su entorno como con sus usuarios.
Bienestar humano
La conciencia medioambiental está entrando en armonía con la creciente búsqueda de bienestar por parte de las personas. En este contexto, la bioarquitectura se presenta como la unión de la ecología y la salud. Es un enfoque que no se limita a la creación de estructuras respetuosas con el medio ambiente, sino que también se refleja en la promoción de la salud física y mental de los usuarios.
Por ejemplo, la bioarquitectura demuestra un fuerte compromiso con la calidad del aire en los espacios interiores. Los edificios construidos siguiendo este modelo están dotados de avanzados sistemas de ventilación y materiales que contribuyen a purificar el aire. Esto no sólo disminuye los riesgos para la salud derivados de los contaminantes interiores, sino que también aumenta la vitalidad general de las personas.
Al mismo tiempo, el aislamiento acústico es otra apuesta de la bioarquitectura. Gracias a soluciones fonoabsorbentes como las de Diasen, los espacios se transforman en ambientes que favorecen la concentración, el descanso y la relajación.
Diasen está a la vanguardia del esfuerzo por transformar la industria de la construcción en un sector verde, atento al medio ambiente, la belleza, la salud y el hombre, con soluciones capaces de satisfacer necesidades ecológicas, estéticas y funcionales. Descubre todos nuestros productos para un aislamiento térmico y acústico de calidad y confía en nuestros 20 años de experiencia.