Últimamente se habla cada vez más de bioconstrucción y arquitectura sostenible en el sector de la construcción, recalificación y mantenimiento de edificios. Cada vez se buscan más soluciones verdes que tengan un impacto reducido en el medio ambiente y promuevan el bienestar de las personas, asegurando al mismo tiempo una experiencia habitacional confortable y una estética adecuada.
Sin embargo, aunque estos términos han entrado con fuerza en el lenguaje común, no todo el mundo está familiarizado con su significado. Por eso puede ser útil destacar algunos criterios que pueden ayudar a definir un edificio como sostenible.
Sigue leyendo y descubre las características de un edificio diseñado según los criterios de la bioconstrucción.
Qué es un edificio sostenible
El concepto de edificio sostenible se remonta a 1987, con la publicación del Informe de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo dedicado a la sostenibilidad en el sector de la construcción, considerado uno de los tres sectores más contaminantes junto con el transporte y la ganadería.
Esta necesidad de innovación, que alcanzó su punto álgido en los últimos años como consecuencia de la emergencia climática, creó las condiciones para definir una serie de criterios clave en la construcción sostenible. Tres consideraciones cruciales – estética, funcionalidad y construcción – han configurado la forma en que arquitectos y diseñadores abordan el reto de proyectar edificios sostenibles.
Analicémoslas en detalle.
Aspecto estético
A menudo se cree que la construcción ecológica sólo se refiere a la elección de los materiales que se utilizan para lograr una construcción eficiente de los edificios. En realidad, los edificios se deberían considerar sostenibles si también siguen ciertas reglas arquitectónicas, empezando por la forma, el estilo y la belleza.
En este sentido, los edificios no deben estar desconectados de su entorno, valorizando las zonas verdes y los barrios urbanos. La armonía entre funcionalidad y estética ayuda a crear espacios que no sólo satisfacen las necesidades actuales, sino que también resisten el paso del tiempo.
Visión de futuro
La sostenibilidad también implica la capacidad de anticiparse a las necesidades futuras. Un edificio que quiera ser sostenible debe funcionar bien en el presente, pero también debe estar diseñado para adaptarse a la evolución futura.
Esta previsión en el diseño es clave para garantizar la durabilidad de las inversiones y la eficiencia continuada en el uso de los recursos.
Materiales
Los edificios del futuro deben tener en cuenta la sostenibilidad y la limitación de recursos. Desde los cimientos hasta la estructura, cada componente debe contribuir a un edificio que respete su entorno y minimice su impacto en el ecosistema.
Identidad de un edificio sostenible
En el gran número de edificios que pueblan nuestras ciudades, algunos destacan por su sostenibilidad y tienen características comunes, como respetar el entorno, preocuparse por el impacto económico y social de la construcción, utilizar materiales y técnicas de construcción sostenibles y hacer que la estructura sea eficiente desde el punto de vista energético.
Principios de un edificio sostenible desde su diseño hasta su uso
La atención a la sostenibilidad de un edificio atraviesa todas las fases del diseño y la construcción. La ubicación del proyecto de construcción se convierte en un elemento clave, no sólo en términos de accesibilidad sino como contribución tangible a la sostenibilidad general. Una obra sostenible no es sólo un emplazamiento físico: es un ecosistema armonioso que se funde orgánicamente con su entorno.
Sacar el máximo partido de los recursos naturales y reciclar los materiales a lo largo del ciclo de vida de un edificio son prácticas clave para la gestión sostenible de los recursos. El objetivo es reducir la contaminación derivada de la producción y eliminación de materiales, contribuyendo a una mayor eficiencia y sostenibilidad. De este modo, el edificio se convierte en parte integrante del ecosistema, en lugar de ser una estructura extraña que se impone a la naturaleza.
La segunda piedra angular de un edificio sostenible es la optimización energética. Reducir la carga energética es un objetivo crucial que requiere un diseño cuidadoso, el uso de tecnologías eficientes y la utilización de materiales adecuados. La tendencia hacia los edificios NZEB, tanto para proyectos gubernamentales como privados, refleja la ambición de minimizar el impacto ambiental, mejorar el rendimiento energético y promover la independencia de los recursos no renovables.
Después de la construcción
El diseño y la construcción no son el primer y el último paso en la vida de un edificio. Debe seguir siendo sostenible incluso durante su uso. La calidad ambiental interior (IEQ) es un elemento fundamental en este sentido. El diseño de espacios que aprovechen al máximo la luz natural, ofrezcan una ventilación y un control de la humedad adecuados contribuyen a crear un ambiente interior sano y agradable.
Por lo tanto, un edificio sostenible debe gestionarse con cuidado y atención constantes. En este contexto, el mantenimiento desempeña un papel clave para mantener el alto rendimiento medioambiental de un edificio. Un control minucioso de los procesos relacionados con la energía, el agua y los residuos garantiza que el edificio conserve su eficiencia y sostenibilidad a lo largo del tiempo.
Arquitectura sostenible: Conclusiones
En conclusión, un edificio sostenible no es sólo una estructura física, sino la manifestación tangible de un profundo compromiso con el medio ambiente, la eficiencia energética y el bienestar de las personas. Es un testimonio de la capacidad de diseñar y construir en armonía con la naturaleza, adoptando los principios ecológicos, económicos y sociales que definen una visión más sostenible del futuro.
Esta es la identidad de un edificio sostenible, y en Diasen nos comprometemos, con nuestros productos y soluciones, a recorrer el camino de una construcción más respetuosa con el medio ambiente y las personas. Descubre todos nuestros productos de construcción en línea.