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Hacer de la casa un espacio de bienestar con bajo impacto ambiental: es un desafío diario que en la elección de los materiales encuentra un elemento determinante de convergencia entre sostenibilidad y confort. Para ello, es necesario trabajar en la inteligencia y el dinamismo de los materiales, identificando soluciones de rendimiento y naturales que actúen a lo largo del tiempo y que se adapten a las variaciones climáticas y al cambio incesante de los niveles de humedad.

A partir de esta premisa, se ha diseñado y fabricado un pladur con aislante térmico formulado con materiales naturales y de alta porosidad, capaz de satisfacer todas las necesidades de confort térmico, habitabilidad e huella ecológica. Un cambio cultural para la construcción, y un cambio de enfoque que puede mejorar la calidad de vida de las personas y las condiciones ambientales de un planeta profundamente condicionado por el nivel de emisiones generado por el sector de la construcción.

Qué es el pladur con aislante térmico y para qué sirve

El pladur con aislante térmico es una solución ideal para mejorar el confort de la casa y garantizar el bienestar diario. Este producto es capaz de crear una barrera térmica eficaz, ya que reduce la pérdida de calor y, en consecuencia, permite tener en el hogar un microclima adecuado en el que la temperatura del aire y la de las paredes no están desalineadas y, por lo tanto, no generan incomodidad.

Elegir bien el pladur con aislante térmico significa trabajar para el propio bienestar y actuar sobre la salvaguardia del ambiente, pero también significa reducir los costes de climatización invernal y veraniega: la capacidad de los materiales de retener el calor, actuando al mismo tiempo sobre la temperatura del aire y sobre la de las paredes, permite de hecho intervenir positivamente sobre el ahorro energético reduciendo los costes energéticos para la calefacción y la refrigeración del ambiente.

Los yesos y las biomaltas Diasen están diseñados para garantizar un aislamiento eficiente y duradero, gracias al uso de materiales porosos que aprovechan las propiedades aislantes del aire cuando se incorporan en una gran red de cavidades y que en la formulación respetan algunos índices fundamentales de impacto ambiental.

En resumen, elegir el pladur con aislante térmico significa un bienestar diario, ahorrar costos de energía y contribuir a la protección del medio ambiente. ¡Una elección ganadora en cualquier situación!

Porosidad, la aliada del confort térmico

Las biomaltas y el pladur con aislante térmico de Diasen son soluciones de alto rendimiento gracias a una característica física básica de su formulación: la presencia de materiales altamente porosos.

La porosidad es útil para el aislamiento térmico porque permite que el aire ocupe todas las cavidades del material y permanezca encerrado y estático; una condición que permite que el propio aire actúe como aislante térmico natural, limitando los fenómenos de pérdida de calor. Además, la porosidad asegura una propiedad fundamental porque el material puede absorber y liberar la humedad, actuando como un pulmón higrométrico. El equilibrio de los niveles de humedad con respecto a la temperatura interior es, de hecho, una de las piedras angulares del confort de una vivienda, así como una medida de salubridad, ya que contribuye a una mejor calidad del aire y permite reducir la formación de condensación que es la base de la generación de moho.

Los materiales más porosos y naturales que utilizamos son corcho, perlita, pumita; materiales muy diferentes entre sí por naturaleza y origen pero unidos por una porosidad muy elevada y por una estructura molecular que revela una urdimbre muy extensa de cavidades, regulares e irregulares, que engloban aire bloqueando su movimiento y exaltando, por ello, su calidad aislante.

 

Corcho

El corcho es la corteza renovable del alcornoque, un roble típicamente mediterráneo, que se extrae cada diez años sin dañar la planta. La notoriedad de su uso está principalmente ligada al sector de los tapones para el embotellado del vino, pero sus propiedades únicas y peculiares hacen que el corcho en la construcción sea un material excepcional que ofrece múltiples ventajas: termicidad, resistencia, elasticidad, resiliencia y una durabilidad excepcional.

El corcho tiene propiedades aislantes excepcionales que mantienen la casa caliente en invierno y fresca en verano, contribuyendo a la realización de edificios inspirados en la visión del confort sostenible y evitando los riesgos de patologías comunes como el desarrollo de condensación y la consiguiente formación de moho en ambientes como cocinas y baños donde la humedad es un problema muy común y extendido.

La centralidad del corcho en las soluciones Diasen es, por lo tanto, un elemento de profunda diferenciación porque alimenta formulaciones y tecnologías originales que hacen que nuestro pladur con aislante térmico sea un éxito.

Perlita y pladur con aislante térmico

Hay otro material aislante de alta porosidad que se utiliza en nuestro pladur con aislante térmico y pertenece a la categoría de materiales de proximidad: la perlita, un material de origen volcánico que se utiliza en forma expandida. Es una roca muy porosa que retiene agua.

Reduciéndola a gránulos y sometiéndola al efecto de un calentamiento intenso, el agua se evapora y hace que los gránulos se expandan. Las esferas de vidrio que se forman concentran cualidades importantes: ligereza, estabilidad, inercia química, resistencia a los parásitos y al fuego, así como una alta transpirabilidad debido a la red de alvéolos cerrados que alimentan su cualidad aislante y que la hacen adecuada para su uso en nuestro pladur con aislante térmico.

 

Pumita

Entre los materiales naturales inorgánicos utilizados en nuestro pladur con aislante térmico destaca la pumita, una roca volcánica compuesta por casi el 90% de aire y dotada de una porosidad que la convierte en el único material de origen mineral capaz de flotar y tan frágil que resulta perfecta para ser reducida en gránulos para ser introducida en un pladur con aislante térmico. La pumita también se obtiene de las actividades magmáticas y, por lo tanto, es un material 100% natural.

La combinación de fuerza y ligereza, aplicada en las formulaciones de biomaltas, asegura propiedades de resistencia a las tensiones externas y a la absorción de humedad, mientras que la conocida porosidad garantiza ligereza y aislamiento térmico, además de una gran resistencia a la propagación de la llama.

La pumita en la construcción es un material versátil que ofrece múltiples ventajas: resistente a la intemperie, al moho y a la humedad, tiene propiedades aislantes excepcionales que ayudan a mantener la casa caliente en invierno y fresca en verano.

Conclusiones

El uso de materiales naturales en la construcción es un paso importante hacia un futuro más sostenible y responsable. La perlita, el corcho, la pumita y el silicio amorfo expandido son materiales de bajo impacto ambiental, así como naturalmente aislantes, que permiten alcanzar todos los objetivos de confort sostenible, ahorro energético y calidad del aire.

 

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