Garajes, trasteros, semisótanos y fosos de ascensor son ambientes que muy a menudo presentan infiltraciones de agua en contraempuje. El uso de impermeabilizantes resistentes a presiones hidrostáticas negativas permite encapsular y eliminar definitivamente dichos problemas.
Además, se trata de locales fríos, a menudo adyacentes a espacios que, por el contrario, tienen calefacción y para los que es necesario un adecuado aislamiento térmico para evitar dispersiones de calor.